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Sobre este blog

Una liana es una cuerda repentina que aparece ante nuestros ojos en medio de la adversidad y que, como Tarzán entre los árboles, agarramos para movernos de un lugar a otro, para sortear obstáculos, para sentir la seguridad de algo firme que raspa las manos y a la vez sirve de apoyo. En este espacio mi intención es rescatar algunas lianas del universo cultural y del mundo del entretenimiento –dos avenidas anchísimas–, algunas cosas para aferrarnos fuerte en medio de nuestras selvas personales.

Que florezcan, entonces, mil.

Autora: Agustina Larrea

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El Eternauta como faro, las series del mes

Agustina Larrea

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Una liana es una cuerda repentina que aparece ante nuestros ojos en medio de la adversidad y que, como Tarzán entre los árboles, agarramos para movernos de un lugar a otro, para sortear obstáculos, para sentir la seguridad de algo firme que raspa las manos y a la vez sirve de apoyo. En este espacio mi intención es rescatar algunas lianas del universo cultural y del mundo del entretenimiento –dos avenidas anchísimas–, algunas cosas para aferrarnos fuerte en medio de nuestras selvas personales.

Que florezcan, entonces, mil.

Autora: Agustina Larrea

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Prefiero el croar a las palabras. En la noche me levanto a escribir porque alguien secuestra mi sueño. De qué hablan los perros es todo lo que he querido saber. Apenas hay una uña de luna. Y por las ventanas entra la luz de una estrella que me vigila. No tiene sentido la poesía si no nos detenemos a oír o al menos a percibir de qué están hechas las cosas, si no dudamos que estamos vivos. En la oscuridad las flores se cierran para volver a ser el botón que fueron. Y no entiendo por qué soy de una especie que busca sus herramientas cuando debe dormir. Por qué busco la bondad si apenas la hay. Por qué le hablo a mi mente como le hablo a los desconocidos en las veredas. Estoy tan lleno de historias que prefiero callar, dejar pasar los queltehues que recortan el aire quieto, por el que se cuela el zumbido de los mosquitos, el crujir de las maderas, mi estómago, la sequía. Mi mente es un estanque que refleja luces lejanas y sobre las que despliegan plantas acuáticas, juncos, algo que no soy, pero que me habita.

Lo humano me cansa.

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