Milei redefinió el concepto de explotación y quiere que se blanqueen los dólares debajo del colchón para sostener su plan

El empresario financiero Darío Epstein, muy cercano al presidente de la Nación, se subió al escenario con dos regalos: un termo de la fundación del Hospital Gutiérrez y un libro de formación espiritual. Eran para el ministro de Economía Luis Caputo, que acababa de terminar su discurso en el Latam Economic Forum sin las prometidas novedades sobre las medidas para incentivar el uso doméstico de dólares no declarados. Ante la incomodidad del funcionario, que dijo no tomar mate, Epstein le sugirió que le diera el termo a Axel Kicillof y continuó con un mensaje de los comerciantes del barrio de Once, sentados al fondo del salón: “Me dicen que eso de los US$100.000 sin recibo y sin factura les funcionó siempre. ¿El año que viene vamos a poder cobrar en dólares directamente?”. “Sin ninguna duda. Pero con factura”, respondió Caputo antes de bajarse del escenario.
Tanto el ministro como el presidente Javier Milei, que cerró el evento, centraron sus discursos en el nuevo puente de dólares que buscan para sostener el modelo económico: los no declarados de los ahorristas. “En los colchones los argentinos debemos tener entre U$S200 y 400 mil millones, según quien lo mida. Es una inyección enorme para la economía argentina”, aseguró Milei.
“Entre el ARCA, Economía y el BCRA se está trabajando en un mecanismo para que la gente pueda entrar los dólares en el sistema, que puedan comprar lo que quieran sin la sensación de dejar los dedos marcados para que nadie los vaya a buscar”, gritó Milei ante un salón que se iba vaciando a medida que pasaban los minutos de su discurso sobre la naturaleza del dinero, y cosechó el aplauso número siete de los diez que consiguió durante la hora que duró su disertación.
La inscripción al evento que organiza hace once años Darío Epstein es de $100.000 y convoca a un público distinto al convencional: gente de mucho dinero con caras poco conocidas. “El verdadero poder”, explicaba uno de los asistentes mientras comía un sándwich de pastrón y pepinillo del catering kosher Schuster. Este año, la organización convocó a un centenar de empresarios del exterior interesados en invertir en el país. Desde el año pasado, el salón se llenó también de jóvenes de menos de 25 años, con una estética “criptobro”, con relojes llamativos y buzos de Balenciaga. Muchos de ellos pertenecientes a la Juventud Libertaria.
En palabras de Caputo, la entrada de dólares al sistema formal va a ayudar a que la economía “se sostenga o incluso pueda crecer”. El objetivo del Gobierno es que la economía se sostenga en el crecimiento del 6% y hasta un 8% en los próximos años usando no solo pesos sino también los dólares, y poder aumentar de esta manera la recaudación. “Si crece al 6% en los próximos siete años, vamos a poder bajar impuestos a razón de 1,5 puntos de producto por año. Se le devolverían U$S420.000 millones al sector privado. Si la tasa es del 8%, le devolveríamos U$S550.000 millones que podrían usar para invertir”, sedujo Caputo a los casi mil asistentes sentados en el Golden Center de Parque Norte.
Debajo del escenario, una fuente cercana al Gobierno aseguró a elDiarioAR que el objetivo es lograr una inyección del 20% de esos U$S400.000 millones que diferentes consultoras reconocen como no declarados, ya que el 80% restante está más concentrado, y fuera del sistema local por lo que va a costar más tiempo que ingresen al país . “Serán menos de U$S80.000 millones la suma de todos los canutos”, aseguró. La medida no va a pasar por el Congreso, lo que plantea dudas respecto de su legalidad. Según esta misma fuente, el mensaje de Kristalina Georgieva sobre los dólares de los ahorristas actúa como un apoyo importante en el caso de que hubiera reclamos internacionales de organismos como el GAFI.
Hace más de una semana que Luis Caputo amaga con anunciar medidas en las que trabaja el ARCA, el BCRA y Economía para la remonetización de los dólares fuera del sistema. Aunque aún sin definiciones concretas, Milei se encargó de dejar algo en claro: “En esta transición (a la competencia de monedas) el peso va a seguir siendo utilizado para pagar impuestos”, un punto importante para un esquema de competencia de monedas, porque mantiene la demanda de esa moneda dentro de la economía.
Ahora bien el objetivo final, una vez que la economía esté dolarizada endógenamente y el peso sea marginal, es poder “cerrar esa institución siniestra”, el Banco Central, para “ganar libertad monetaria y evitar que los políticos roben con el impuesto inflacionario”, concluyó Milei.
Explotadores y explotados
El discurso del Presidente comenzó con un tono político a horas de que el Senado rechace el proyecto de ficha limpia, con acusaciones al PRO y a Clarín, e incluso instalando un nuevo apodo para Alberto Fernández: “Golperto Fernández”. Pero la mayor parte, que hizo que el salón se vaya vaciando muy lentamente, la ocupó en un formato de clase de economía para justificar la dolarización endógena.
Una de las frases más provocadoras del discurso económico fue la resignificación de la teoría de la explotación, uno de los conceptos centrales del pensamiento marxista, que sostiene que el capitalista se apropia del valor generado por el trabajador pagándole menos de lo que produce. “Se acabó la Teoría de la Explotación, salvo que sean los trabajadores los que estén explotando a los empresarios, porque los trabajadores le compran dinero a los empleadores a cambio de trabajo”.
Para Milei no existe tal explotación porque en una transacción libre el trabajador entrega su trabajo a cambio de dinero que valora más en ese momento, anulando la idea de opresión sistemática. La premisa resulta funcional al relato liberal clásico, que interpreta las relaciones laborales como acuerdos voluntarios entre partes iguales, aunque omite considerar los condicionamientos estructurales que limitan esa supuesta libertad en amplios sectores sociales.
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